Los Indiana Pacers han sido tradicionalmente conocidos por su estilo ofensivo y su juego rápido, pero esta temporada han comenzado a mostrar una transformación interesante bajo el liderazgo de Tyrese Haliburton. Más allá de su talento para generar puntos y asistencias, el base ha asumido una nueva responsabilidad: elevar la intensidad defensiva del equipo. Este cambio de mentalidad ya se percibe en la cancha y ha comenzado a dar frutos. Los fanáticos del equipo, que siempre apoyan con orgullo, ya buscan baloncesto camiseta personalizadas con el nombre del jugador que está marcando esta nueva etapa.

Durante los primeros meses de competición, Indiana mostró desequilibrios evidentes en su sistema defensivo. Con Haliburton como eje ofensivo, el equipo anotaba con facilidad, pero también concedía demasiados puntos. Fue el propio Haliburton quien, consciente de que las victorias importantes requieren un esfuerzo total, decidió ser el primero en ajustar su actitud atrás. Ahora, lo vemos más activo en las líneas de pase, atento en la defensa del pick and roll y comprometido con la presión al base rival.
Su ejemplo ha sido contagioso. Otros jugadores, como Myles Turner y Aaron Nesmith, han elevado su nivel defensivo. Turner, con su capacidad para taponar y proteger la pintura, ha sido clave para disuadir los ataques interiores. Nesmith, por su parte, ha asumido marcaciones complejas en el perímetro y ha aportado en las transiciones defensivas. La comunicación en el campo también ha mejorado, y eso ha reducido las desconexiones que tanto costaban puntos antes.
El cuerpo técnico ha implementado ajustes tácticos para facilitar esta mejora. Se han visto más coberturas zonales, cambios automáticos en los bloqueos y ayudas bien estructuradas que evitan la sobreexposición de los exteriores. Además, el uso de Haliburton como generador de robos en primera línea ha sido una estrategia efectiva para cortar el ritmo ofensivo del rival.
Este cambio no ha sido inmediato, pero sí progresivo. La defensa de los Pacers ahora se basa en esfuerzo colectivo y compromiso, dos elementos que habían quedado en segundo plano. Si bien todavía queda trabajo por hacer para colocarse entre las mejores defensas de la liga, el progreso es evidente. Las estadísticas muestran una reducción en los puntos permitidos por partido y un aumento en los robos y rebotes defensivos.
El liderazgo de Haliburton ha sido esencial, no solo por lo que aporta con el balón, sino también por su actitud y su voluntad de crecer como jugador completo. La nueva cara de los Pacers es un equipo más equilibrado, dispuesto a luchar cada posesión y con una mentalidad ganadora que ya empieza a consolidarse.